Patas Largas, la princesa
anda buscando un sapito
que se le convierta príncipe
y se olvide de saltitos.
De pronto allí lo ve
al sapo-príncipe ansiado
y lo besa suavemente
sin dudarlo demasiado.
Era el príncipe encantado
hermoso como soñaba
pero ¡ Ay, qué mala suerte !
solo croaba y saltaba.
La princesa esperaba
que con el tiempo cambiara
pero además se comía
todo bicho que volara.
Al final de nuestra historia
la princesa se cansó
besando otra vez al príncipe
que sapito se volvió.
Patas Largas, la princesa
anda buscando un sapito
que se le convierta príncipe
¡ Cuándo ella le de un besito !
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